El truco de Hollywood que avanzó la medicina

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La innovación es un componente fundamental para hacer cine, solo hace falta ver el ingenio aplicado a los efectos especiales y a la construcción de los escenarios para crear mundos completos con la menor inversión posible. Y a veces eso es exactamente lo que la ciencia necesita, un poco de creatividad y un presupuesto inusualmente bajo.

Eso fue lo que sucedió en Louisiana cuando Shaun Carpenter, un médico especialista, contrató los servicios de Francis James, un cineasta que se ha visto involucrado en series como True Blood y Monster’s Ball. La colaboración surgió del pasatiempo de Carpenter de hacer películas y terminó proporcionando unavaliosa herramienta para la práctica médica.

Cuando un paciente entra a la sala de urgencias con una herida es protocolo sacar una fotografía de la herida para llevar un registro del color, el tamaño,  y el proceso de curación de la herida. El problema es que durante el transcurso de la recuperación ninguna de las fotos sale igual y se complica demasiado poder comparar. Controlar la iluminación o enseñarles básicos de fotografía a todas las enfermeras es, básicamente, imposible.

a solución fue una adaptación de la claqueta de cine, el pedazo de madera que se golpea y que en ocasiones trae una escala de grises para calibración de color y más información. El sistema, llamado TRUE-see, es una mini claqueta que incluye unas líneas para encuadrarcolores para calibración en un proceso de postproducción automático y un número identificador único que está vinculado con el expediente del paciente.

TRUE-see se encuentra en su versión número 24 y permite a los doctores tener una visión más objetiva de la evolución de las heridas para permitir adaptar el tratamiento e implica resolver un problema cambiando como vemos el mismo, más que una nueva inversión en tecnología. A veces el mundo necesita un poco de la magia del cine.