Blow molding equipment: ¿cómo funcionan?

Blow molding equipment

Hoy en día, la industrialización y el avance de la maquinaria ha causado que sean menos las personas que tienen la oportunidad de trabajar en una fábrica, por lo cual, los procesos allí realizados nos resultan fascinantes. Y en lo que se refiere a la producción de botellas y envases plásticos, el equipo de soplado y moldeado (blow molding equipment) es una de las partes más sorprendentes.

Si bien es cierto que estamos acostumbrados a verlas en los pasillos del supermercado, en la alacena de nuestra casa, y hasta en los anuncios publicitarios de la televisión, pocas veces nos detenemos para evaluar su funcionalidad, forma, y características.

Y cada una de estas cosas, a excepción de las que son propiedades intrínsecas del material, vienen otorgadas por el proceso de fabricación. De forma similar a como se infla un globo, el plástico es llenado de aire para inflarlo.

En esta fase, todavía es bastante flexible y maleable, haciéndolo capaz de aguantar una gran cantidad de presión interna. Sin embargo, es muy sensible a factores externos como el calor u objetos punzantes, por lo cual, se le debe dar la forma y endurecerlo.

Para ello, generalmente se infla en algún tipo de molde preformado. Posteriormente, se introduce un objeto en el orificio por el que se está soplando que presionará los bordes para darle el grosor deseado. Finalmente, para terminar de solidificarlo e impedir su posterior deformación o que se rompa, se calienta cuidadosamente, tras lo que se enfriará y esterilizará, quedando listo para su uso.

Contemplando los beneficios del plástico: ¿por qué es tan común?

Aunque suena complicado, la línea de producción es sencilla y permite la fabricación masiva, facilitando su uso masivo. No obstante, hay otros factores que influyen en su popularidad más allá de los procesos en la fábrica.

El hecho de que no sea tóxico y su gran resistencia a diferentes condiciones medioambientales le ha vuelto excelente para almacenar toda clase de alimentos, sin que se lleguen a dañar por los impactos o circunstancias durante su transporte.

Y adicionalmente, el bajo coste que tiene permite mantener los productos a un precio atractivo para los clientes, sin sacrificar por ello la posibilidad de realizar diseños atractivos.

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